Pablo Pérez en el Oeste de Caracas

jueves, 15 de septiembre de 2011

Los de 40


Tal Cual
Opinión


A nuestros 40, la aparición del fenómeno chavista nos quitó la historia: procuramos por más de una década enderezar el sendero de los cambios necesarios que habíamos animado por toda la vida, pero que nos había sido confiscado, y que había sido torcido en nuestras propias narices, y, en un tortuoso desbarrancadero de equivocaciones y desatinos, no lo logramos.

ENRIQUE OCHOA ANTICH

Los viejos sueñan sueños, los jóvenes tienen visiones, escribió Einstein alguna vez, en tiempos cuando era evidente ­para sus contemporáneos y colegas pero para él mismo­ que ya no fulguraban en su mente los destellos de las dos teorías de la relatividad, de la noción del espacio/tiempo, etc.

Aunque no soy para nada un creyente a pie juntillas de los saltos generacionales, a menos de que sean necesariamente virtuosos, está claro que, como escribió Roger Garaudy a propósito de las revueltas estudiantiles del 68 en Francia, además de los conflictos de clase, horizontales según los llamaba, los hay verticales, por ejemplo entre grupos de diversos sexos y edades.

A veces los cambios tecnológicos, culturales, sociales, económicos, políticos, son de tal magnitud de una época a otra, ¡de una década a otra! que las personas son enteramente otras, lo que las pone en colisión con antiguos valores... y con viejas generaciones.

Pruebas del virtuosismo de los cambios generacionales los hay. Y en contrario. Para no ir tan lejos: los jóvenes del 28 expresaban positivamente un país nuevo y, a partir de los años 30 al fundar los modernos partidos políticos, se convirtieron en la base histórica de la democracia venezolana.

¿Quién puede dudar que las reelecciones de Pérez y Caldera constituyeron un desafío para un país joven como era ya la Venezuela de finales del siglo XX? Pero así mismo, ¿quién que sea sensato puede discutir que el cambio generacional experimentado en 1998 encarnado en la persona de un joven teniente coronel demagogo y aventurero constituyó un verdadero salto al vacío?

Todo esto lo digo porque tengo razones para percibir que está llegando la hora histórica de los de 40, y los que pasamos largo la cincuentena debemos no solamente admitir esa contundente realidad sino apoyarla y favorecerla.

A nuestros 40, la aparición del fenómeno chavista nos quitó la historia: procuramos por más de una década enderezar el sendero de los cambios necesarios que habíamos animado por toda la vida, pero que nos había sido confiscado, y que había sido torcido en nuestras propias narices, y, en un tortuoso desbarrancadero de equivocaciones y desatinos, no lo logramos.

Y se nos fue la historia. Cuando esta oscurana, cuando esta farsa revolucionaria llegó al poder, pensé alguna vez en escribir un artículo de opinión que tenía título: "¿Dónde están los de 30?", pues resentía la ausencia de líderes, de políticos, de luchadores sociales como lo habíamos sido muchos de nosotros durante la década de los 80: unos, otros, fuimos diputados, gobernadores, alcaldes, ministros, secretarios generales de nuestros partidos, líderes civiles y sociales, activistas de los DDHH; pero al final de las cuentas, no estuvimos a la altura de las exigencias, no supimos timonear ni conducir la nave de la historia.

Pero los de 30 que yo emplazaba son los de 40 de ahora, y allí están, representando las vastas aspiraciones y los sueños de la Venezuela democrática, y siendo seguidos con entusiasmo por los de 30 y los de 20. Recientemente, en una reunión de la dirección política de UNT, fue confirmada la designación por Pablo Pérez de Gerardo Blyde como coordinador de su Comando de Campaña.

Considerando además que el principal contendor en las primarias es Henrique Capriles, postulado por un partido, PJ, cuyo liderazgo es igualmente joven, pude sentir las señales que aquí he intentado exponer. No se trata, ni mucho menos, de que los de 50 y más nos apartemos a un lado del camino, pero sí que reconozcamos y apoyemos desde nuestra experiencia esta ventisca refrescante que se anuncia para Venezuela después de la larga pesadilla.

http://128.241.247.85/Nota/visor.aspx?id=58354&tipo=AVA

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