Pablo Pérez en el Oeste de Caracas

viernes, 30 de septiembre de 2011

El cerro en el partido


Vicente Diaz
El Nacional / ND
29 Septiembre, 2011


Nadie se mete en la política para hacer el mal.

Casi todos los políticos empezaron su actividad en la más temprana juventud, casi de niños. Justo en la época en que espinillas e injusticias se odiaban por igual. Había que cambiar el mundo, y uno podía ayudar.

Y la única forma de cambiarlo es conduciéndolo a un nuevo rumbo. Eso supone poder para conducir, e ideología para orientar.

Los políticos buscan el poder para servir, porque creen que sus ideas y habilidades mejorarán las cosas. Hay quienes se aprovechan de la política, pero eso es un eventual efecto de la vocación, no su causa.

En la víspera electoral, los que consideran que es su momento se lanzan al ruedo. Y hacen su análisis: para ganar se necesita, obviamente, la mayor cantidad de votos, que en Venezuela está en los sectores más pobres. D y E representan 80% de la población. Entonces, hay que ganarse a los pobres. Hay que identificar sus problemas y sus necesidades.

No faltan las encuestas para indagar, los académicos para evaluar y las agencias para comunicar… porque hay que llegarles a los pobres.

Pero eso no tiene alma. Sirve para vender jabón o cerveza, pero no para cambiar el mundo.
Para llegarle al alma de un pueblo humilde hay sólo dos caminos: hay que mirar hacia adentro. Hay que reencontrarse: con la indignación que provocan la injusticia y la miseria; con la resolución que hacía que se le robara tiempo al coqueteo para entregárselo a la lucha; con la decisión de no descansar hasta construir un país donde nadie se acueste sin comer y nadie se muera por no tener.

Y hay que escuchar hacia afuera. Hay que oír. A quienes tienen la nevera vacía y el corazón arrugado porque la mesa esta llena sólo de chamitos con hambre; los que tienen la mujer pariendo sin poder salir en cualquier madrugada cercada por el hampa; quienes ruletean por las emergencias y mueren de burocracia e indolencia; los que se secan al sol tratando de vender un cafecito en la autopista; quienes viajan tres horas de ida y tres de venida cada jornada para cobrar al mes lo que se necesita para una semana.

Quien aspire al poder tiene que sentarse con los más pobres no a deslumbrarlos con brillantes análisis de inversión social, sino a escucharlos detenidamente. Para sentir sus dramas y sus alegrías, aprender de sus ideas y propuestas. La pobreza es un problema, los pobres tienen que ser parte de la solución. Y la gente sabe, intuye. Percibe el desdén detrás del gesto amable, y aprecia al que viene con respeto y humildad a escuchar y entender.

Hace 2.000 años un barbudo de Nazareth marcó el camino. Optó por los débiles: lavó pies, consoló enfermos, acogió prostitutas, sanó llagas de leprosos. Quiso y respetó a los más débiles. Hoy el mundo no lo olvida.
No basta con subir al cerro a buscar votos, hay que meter el cerro en el partido a tomar decisiones.
@vicenteDz

No hay comentarios:

11-12-2009 Discurso del Embajador de Panamá ante la OEA

Impecable Discurso de Guillermo Cochez, Embajador de Panamá ante la OEA. No dejes de escucharlo ! La da al régimen hasta con el TOBO, pero dipolmáticamente...!