Pablo Pérez en el Oeste de Caracas

viernes, 9 de septiembre de 2011

Engañados en el hotel


El gobierno se encarga de alimentar a los damnificados, pero no da respuestas concretas de cuándo tendrán “una vivienda digna”

La Nación | 07/09/2011
JESENIA FREITEZ GUEDEZ


Hace nueve meses fuertes lluvias causaron estragos en varias zonas del Área Metropolitana de Caracas y del estado Miranda, suceso que dio paso a la peregrinación de más de 100.000 venezolanos que quedaron sin un techo.

El gobierno nacional juró asignarles un lugar “digno” donde vivir, pero hasta la fecha un número significativo de afectados no ha recibido la gracia de una adjudicación, es por ello que aún se encuentran ubicados en los diferentes hoteles de la capital y en posadas de Barlovento, entre otros espacios.

Los hoteles que sirven de refugio a los afectados trabajan a media marcha. El Ejecutivo hizo un firme compromiso de pagarles por la estadía de los damnificados, ayudarles con los servicios básicos y exonerarles los impuestos de estas empresas, pero fueron sólo promesas que se fueron junto con la temporada de aguaceros de noviembre y diciembre.

Frousos Konstantino, gerente general del Hotel Savoy ubicado en Las Delicias, recuerda que los damnificados entraron el 2 de diciembre a las 3:00 am. Las 42 familias ocupan en este hotel 51,57 por ciento de las habitaciones. El encargado, al igual que en todos los casos, sólo es responsable de ofrecerles un lugar donde dormir y de estar al tanto de que los afectados no circulen por las áreas comunes.

“Originalmente nos dijeron que a las personas que recibimos las trasladarían en marzo o abril del presente año, pero aún permanecen aquí sin ninguna fecha concreta para su salida”, explica Konstantino.

Katiuska Guadamud, damnificada del mismo hotel, declara que inicialmente llegaron 46 familias, pero ya cuatro se devolvieron a su lugar de origen porque no soportaron las condiciones en las que vivían. Explica que la institución que los apadrina es el Ministerio de Alimentación, ente encargado de suministrar la comida. Asegura que la dieta no es balanceada.

“A nosotros ya nos adjudicaron una vivienda en los Valles del Tuy, pero las rechazamos porque no nos gustó. Ahora estamos nuevamente en el estatus de espera. Aquí en el Hotel Savoy estamos limitados, tenemos hora de entrada y de salida y convivimos con gente que viene de diferentes sectores. Lo que sí me siento es segura”, explica.

Recordados a medidas

Aunque los agraviados por las precipitaciones tienen un lugar donde dormir, consideran que el Gobierno no está cien por ciento pendiente de sus necesidades. A pocos días para comenzar las actividades escolares los niños de los refugios no están inscritos porque no los han zonificado. Por otra parte, se quejan de que no todos perciben el bono otorgado por el presidente Chávez para subsistir mientras les asignan la vivienda.

Oswaldo Gil, damnificado del Hotel Ávila, cuyo padrino es Corpoelec, afirma que se siente desesperado porque contaba con que estaría reubicado el 20 de enero de 2011. Es albañil y está conciente de que las viviendas que les asignaron estarán listas para dentro de un año y medio. Los pocos detalles que Gil conoce de su futura vivienda es que será un conjunto que contará con 144 apartamentos y servirá para 45 familias.

Zulay Salazar, damnificada del Hotel Gabial, coincide con Gil y explica que las autoridades los tienen olvidados. “Nuestro padrino es el Ministerio de Educación Superior, por eso le hacemos un llamado a Yadira Córdova, para que nos escuche y no siga enviando representantes”. Salazar manifiesta que les prometieron ubicarlos en unas construcciones que se encuentran en la avenida Las Palmas, luego les cambiaron la seña y les informaron que les darían vivienda en La Concordia. Pero ahora ni siquiera les dan nombre del lugar donde posiblemente serán llevados.

Se ha puesto a la orden para establecer mesas de trabajo donde se incluyan a personas de las comunidades para aportar la mano de obra en las construcciones, sugiere que se escuchen las necesidades de los refugiados quienes ya están pensando devolverse a su lugar de origen por no ser atendidos.

Pérdidas de lado y lado

Yoladis Hernández, consultora jurídica del Hotel Gabial, afirma que para la asociación de pequeños hoteleros no es novedad que el gobierno los use como refugio de damnificados. “Ya tenemos 10 años asumiendo a los afectados por las lluvias”, explica.

Asegura que las pérdidas en la empresa donde trabaja son evidentes porque los damnificados ocupan 65 por ciento del hotel y el hotel les aportan 95 por ciento de los servicios básicos.

Hernández agrega que en reiteradas ocasiones han percibido conductas irregulares en los refugios “porque conviven personas con antecedentes penales, individuos que consumen estupefacientes o ingieren bebidas alcohólicas”.

“No percibimos ningún beneficio o ayuda por parte del Gobierno, aun cuando el presidente determinó que a los hoteles se les pagaría por hospedar a los damnificados”, reitera la abogada del Hotel Gabial.

Barlovento no se levanta

Orlando Hidalgo, presidente de la Corporación de Turismo del estado Miranda (Corpomitur), explica que en Barlovento hay aproximadamente 600 personas afectadas por la vaguada de noviembre y diciembre.

“Los afectados están esperando que el gobierno nacional les cumpla la promesa de la vivienda. Por eso no se han salido. La idea es que les solucionen los problemas porque están siendo afectados también los dueños de los establecimientos que no han podido trabajar al 100 por ciento”, agrega.

Hidalgo asegura que en Barlovento 65 por ciento de la población vive del turismo, pero este ha bajado por la falta de posadas. La meta inmediata es reactivar la economía en Barlovento.

Por su parte, Bernhard Weissenbash, director adjunto de la Corporación de Turismo, informa que los hoteles que han sido desocupados por los damnificados no recibieron el apoyo del gobierno y además fueron sancionados por el incremento de luz que tuvieron en los últimos meses.

Evelyn Pallotta, directora de Ambiente de la gobernación de Miranda, informa que en Barlovento ya las zonas afectadas en noviembre y diciembre no están inundadas. Las autoridades temen que los damnificados de esas zonas vuelvan a habitar la zona de riesgo.

Complejo Vacacional Incret:

300 afectados.

Hotel Barlovento:

67 afectados.

Hotel Aguamarina:

40 afectados.

Club Centro Turístico Higuerote:

62 afectados

Posada Villa Ipasmar:

233 afectados

http://www.talcualdigital.com/Nota/visor.aspx?id=58135&tipo=AVA

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