Pablo Pérez en el Oeste de Caracas

martes, 20 de septiembre de 2011

La cenicienta educativa" por Mireya Tabuas


http://www.el-nacional.com
18 Septiembre de 2011


Un seguimiento a la cohorte de alumnos que inició la secundaria en el período 2005-2006 demuestra, cinco años después, que 38,7% abandonó las aulas o repitió. El liceo no se ha adaptado a los nuevos tiempos, el programa es el mismo desde hace más de dos décadas. Así como ocurre en el país, un informe del Grupo de Diarios América demuestra que la educación media es la gran olvidada de las políticas públicas

Escuela primaria inicia actividades | Prensa Gobernación de Carabobo

Mañana empieza un nuevo año escolar. Muchos niños de primaria estrenarán computadoras, libros y cuadernos donados por el Gobierno. En contraste, los estudiantes que iniciarán clases el 3 de octubre en bachillerato no tendrán ninguna bienvenida: para ellos no hay computadoras, libros ni cuadernos. No hay novedades ni iniciativas oficiales ­buenas o malas­ destinadas a los liceístas. Ni este año ni desde hace tiempo.

"En Venezuela es literal la relación entre el sustantivo adolescente y el verbo adolecer: el adolescente adolece de políticas de salud y de educación", afirma la investigadora del Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela, Mabel Mundó. La especialista subraya que la exclusión de los liceístas del programa de donación de computadoras no es más que un ejemplo de lo que sucede con un nivel educativo olvidado por las políticas públicas.

"Desde 1987 no se cambia el programa de bachillerato, y cuando se hizo en esa ocasión sólo se varió en los tres primeros años (que pasaron a nombrarse séptimo, octavo y noveno y a formar parte del ciclo básico). Los programas de los dos últimos años (lo que se llamó ciclo diversificado) son aún más viejos", precisa Mundó.

El presidente de la ONG Asamblea de Educación, Leonardo Carvajal, advierte que los programas de hace dos décadas no eran más que un maquillaje del pensum de los años setenta (el mismo que estudiaron los padres y quizás hasta los abuelos de los liceístas actuales). Mientras, el programa de primero a sexto grado fue objeto de una reforma importante en 1996 y en la actualidad está otra vez en revisión.

Es así como los cambios tecnológicos no se reflejan en los programas de la secundaria.

Los jóvenes estudian como en una máquina del tiempo detenida en el pasado. A eso se añade, según Carvajal, que los programas de estudio de los profesores están poco adaptados a la actualidad, por lo tanto también se hacen arcaicas las formas de enseñanza.

El Gobierno hizo algunos cambios en el bachillerato, que no se reflejaron en modernización. En 2006 se eliminó la numeración de séptimo, octavo y noveno grado de básica, que pasaron a ser primero, segundo y tercer año de bachillerato (como en la década de los ochenta), pero el programa educativo no varió. En 2007 se presentó una propuesta de Currículo Nacional Bolivariano que incluía el bachillerato, la cual no llegó a término.

Carvajal deja claro que esa reforma sólo tenía un objetivo ideológico: "No planteaba una innovación en técnicas educativas ni de contenido, sólo respondía al ideario socialista".

En los liceos bolivarianos piloto (2004) se aplicó una metodología integradora de materias por áreas, como la que hay en primaria. La experiencia (que no se replicó) no se ha evaluado y se desconoce qué resultados logró en los estudiantes.

El secretario de la Universidad Central de Venezuela, Amalio Belmonte, no ve propuestas oficiales sobre calidad de contenidos. "En la actualidad estamos titulando bachilleres, pero no los estamos formando". Asegura que cada vez es mayor el abismo entre los conocimientos que reciben los liceístas y los que requieren para la universidad, y eso es más evidente con los estudiantes que se gradúan en liceos oficiales. "El bachillerato está petrificado, sólo algunos colegios privados hacen esfuerzos particulares de actualización".

Sin profesores

Al problema del viejo pensum se une la escasez de docentes de bachillerato y la exoneración de materias a los estudiantes, sobre todo en colegios públicos.

Cuando no hay profesor que dicte una materia, los alumnos la aprueban sin haber visto el contenido. "Esto crea una crisis terrible, porque el joven no obtiene los conocimientos", dice Belmonte.

En la última década, el Gobierno creó reglamentos con el fin de dar mayor oportunidad a los jóvenes para la prosecución escolar (flexibilidad para llevar a reparación mayor número de materias, lo cual ha incidido en la calidad). Eso logró disminuir el índice de repitencia (era de 11% en 1999 y bajó a 5,8% en 2009); sin embargo, aún no hay una política que haya logrado reducir la cantidad de alumnos que abandonan las aulas, índice que se ha mantenido cercano a 10% anual toda la década.

"El problema es que el liceo no atrae", destaca Mundó, y agrega un dato: el sexo masculino es el menos motivado.

En promedio, los varones estudian 8,1 años, y las muchachas 9,5 años. "Tampoco se van porque ingresen al mercado de trabajo, la mayoría se queda sin hacer nada", advierte.

Carvajal asegura que los muchachos no desertan sólo por causas estructurales ­como la pobreza­, sino porque "el liceo no los estimula, les aburre, sienten que estudiar bachillerato no les garantiza mayor calidad de vida". Por ello, los expertos consideran necesario dirigir los esfuerzos a evaluar a fondo ese nivel educativo.

Juan Carlos Abreu / 20 Años De Edad / Bellas Artes

"Tengo un año sin estudiar.Me quedé en cuarto, mención Ciencias; estudiaba en un parasistema en Parque Carabobo. Empecé bachillerato en el liceo Andrés Bello, pero en segundo año las cosas empezaron a estar mal: primero, faltaban muchos profesores ­no vimos biología porque no había docente­ y perdía muchas clases; después, era yo el que no asistía, porque teníamos muchas horas libres entre clase y clase y me daba flojera entrar. Las materias que más me gustaban eran Electricidad y Madera porque eran útiles. Pero lo demás era pura teoría. Ese año escolar me retiré porque me fui a vivir a República Dominicana".

"Allá estudié un año; cuando llegué a Venezuela no me reconocieron el curso y tuve que repetir segundo año. Como tenía 16 años no podía asistir a ese liceo público y tuve que ingresar a un parasistema".

"Mientras estudiaba trabajé en varios locales de comida. Aunque en el parasistema nos decían que nos daban chance de trabajar, era mentira, porque el horario no se ajustaba a las necesidades laborales. Creo que debería haber mayores oportunidades de estudio para los trabajadores".

"De todas las materias la que aprendí fue Inglés porque me gusta y lo hice por mi cuenta. Castellano lo detestaba porque no me gusta leer. Tampoco me atrae Historia, la encuentro aburrida".

"El año que viene quiero retomar las clases porque es un problema conseguir trabajo si no eres bachiller. No quiero estudiar en la Misión Ribas aunque sea gratuita, no me llama la atención. Prefiero, aunque pague, seguir en un parasistema. Si puedo, algún día quisiera estudiar Informática. Mientras, me gusta venir al Parque del Este y practicar básquet".

Helen Márquez / 20 Años De Edad / El Llanito

"Me gradué hace dos años en el liceo privado Antonio José de Sucre, en Petare. Aunque había estudiado primaria en una escuela pública, mi mamá no quiso que entrara en un liceo oficial porque sus amigas le dijeron que iba a salir mejor preparada si estudiaba aquí. Sin embargo, cuando me gradué no entré en ninguna universidad por el CNU (sistema de ingreso del Consejo Nacional de Universidades), pero tampoco por ninguna prueba interna. No sabía muy bien qué hacer. En el liceo nunca me dieron ninguna guía, y eso hubiera sido importante para mí, que estaba ­y estoy­ muy desorientada".

"Me puse a hacer un curso de computación y a trabajar como buhonera en la redoma de Petare para ayudar a mi mamá. Han pasado dos años y sigo trabajando aquí: lunes, martes, jueves, viernes y sábado, desde las 8:00 am hasta las 8:00 pm".

"Del liceo me gustaba la práctica de Instrucción Premilitar, me llamaba la atención Ciencias y no me gustaba Castellano porque era puro leer Doña Bárbara; no había otro libro. No teníamos computadoras ni clases de computación y eso me parece que es muy necesario para la vida actual. Si pudiera, me gustaría seguir estudiando, aún no sé qué. Quiero una carrera técnica".

Xiwix Torres / 18 Años De Edad / San Bernardino

"Estudié toda mi vida en el Ceapucv, un colegio privado en Colinas de Bello Monte. Creo que muchas materias sí me van a servir para lo que yo quiero estudiar, que es Arquitectura. El mayor problema fue la enseñanza de Inglés, por eso me voy a ir seis meses a Estados Unidos a estudiarlo bien. El inglés en el bachillerato venezolano (y no lo digo por mí, sino por amigos de otros liceos de Caracas y del interior) siempre se queda en lo básico; dan gramática, pero no enseñan ni a hablar ni a pronunciar".

"Creo que materias como Castellano deberían ser más prácticas: que hiciéramos obras de teatro o que nos pusieran a escribir. La enseñanza en general debería tener más equilibrio entre teoría y práctica, con más trabajos de campo. Yo no estoy muy pendiente de la tecnología, pero lo que enseñan en computación es muy básico y nada qué ver con lo que sabe hacer la gente de mi generación".

"En bachillerato no enseñan a investigar. Las preguntas que hacen en los exámenes y en los trabajos son las mismas cuyas respuestas se consiguen, si uno las escribe exactamente igual, en Google".

"Ni en cuarto ni en quinto año nos dieron orientación vocacional. Creo que debería haber un curso o materia que oriente a los estudiantes y que integre el bachillerato con la universidad.

Sería importante tener materias optativas. Es decir, que uno tuviese un número de materias obligatorias y otras a elegir de acuerdo con los intereses de cada quien".

"El bachillerato forma para la repetición, no para la investigación, los profesores no te piden comprobar teorías, sino aprendértelas".

Jaime Yáñez / 17 Años De Edad / Los Dos Caminos

"Fui aceptado por prueba interna en la Universidad Central de Venezuela. Entré en Letras, la carrera que yo quería.

No lo podía creer, hasta había apostado con mis amigos que no entraría, y ahora debo un montón de plata".

"Estudié en el colegio privado Santa Gema, en Caracas. Creo que para mi generación el bachillerato es un trámite, ya en cuarto y quinto año nadie le presta atención. La Educación Media se toma como un camino para la universidad, no como una parte del aprendizaje en sí. Los mismos profesores refuerzan eso cuando nos dicen: `Estos hábitos de bachillerato no te van a servir para una carrera".

"No tuve educación en Literatura hasta cuarto año.Se necesitan lecturas que se relacionen con los adolescentes. En Castellano repiten los mismos temas durante los tres primeros años, igual en Inglés".

"El bachillerato reitera la mediocridad de repetir, no enseña a investigar. La división del ser humano es radical: un estudiante de Ciencias sólo ve dos horas de Literatura a la semana, como si el hábito de la lectura no fuera necesario" "El problema del bachillerato es que no se crea en el individuo la necesidad de aprendizaje, la gente no siente que le va a servir para la vida. Por ejemplo, muchos compañeros en quinto año se dieron cuenta de la importancia de la materia Historia ahora que quieren estudiar Derecho o Estudios Políticos, porque la Historia es una de esas materias a las que no les sentimos utilidad. La enseñan como un conjunto de hechos que sucedieron y no con sus implicaciones con el presente".

"El estudiante es visto como un recipiente al que hay que llenar. Estuve en los Modelos de Naciones Unidas y creo que el bachillerato debe aprender de ese método en el cual se aplica el conocimiento a la vida real. El liceo es memorístico, nunca se tiene la necesidad de analizar ni de comparar hechos, lo único que se aprende es a repetir".

Luís Salas / 16 Años De Edad / Petare

"Terminé tercer año en el liceo Fermín Toro del barrio Unión de Petare. Allí no hay cuarto ni quinto año por falta de profesores. Estoy esperando la zonificación del Ministerio de Educación a otro liceo, pero aún hoy (8 de septiembre) no sé dónde voy a estudiar. A mí me preocupa que no tenga cupo o me toque un liceo muy lejos de casa".

"En mi liceo se fue reduciendo el número de alumnos: en primer año entramos 63, en segundo el grupo bajó a 32 y en tercero sólo quedamos 18.

Muchos se salieron para trabajar, 2 muchachas quedaron embarazadas, los otros no sé".

"Siempre he salido bien, sólo en segundo año reparé dos materias pero las pasé.

No me gusta que los profesores se encadenen con un tema, por ejemplo en Historia era puro ver Simón Bolívar. En Inglés nos tenían mortificados con el verbo to be todo el tiempo, no salía- mos de ahí".

"En Castellano nunca nos mandaron a leer libros para la casa. Lo que hacíamos era practicar lectura en voz alta en el salón, para ver si leíamos bien. A veces algún profesor nos agarraba confianza y nos hablaba de educación sexual, pero no era una materia en sí, y debería serlo porque es importante a esta edad".

"Me gustan mucho las materias prácticas. Por ejemplo, en Química compramos un ojo de ganado para experimentar y éter para dormir a unos insectos; también me gustó elaborar un periódico y hacer maquetas en Geografía".

"La teoría de Matemática, Física y Química no sirve para nada, sino la práctica. ¿Qué hace uno con la teoría? Los cuadernos uno los bota. Me gustaría que uno se pudiera graduar de bachillerato y de técnico medio, es decir, salir del liceo con algo que permitiera trabajar. Quisiera estudiar tecnología".

http://www.el-nacional.com/noticia/1454/23/La-cenicienta-educativa.html

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