Pablo Pérez en el Oeste de Caracas

martes, 13 de enero de 2009

Simón Bolívar vs. Fidel Castro



Fernando Egaña

Simón Bolívar vs. Fidel Castro
Diciembre 19, 2008

Así como Simón Bolívar, en especial por su célebre discurso en el Congreso de Angostura de 1819, se ha convertido en el símbolo de la lucha para rechazar –de nuevo– a la reelección perpetua, ahora replanteada en el proyecto de Enmienda N° 1 a la Constitución de 1999; así también el sempiterno Fidel Castro debe ser consagrado como el modelo inspirador del continuismo en el poder, que tanto persigue su discípulo venezolano, el señor Chávez.

Porque, ¿de dónde sacó el mandatario rojillo la tesis de la reelección indefinida? De la tradición venezolana no sería, ya que esa figura constitucional, como tal, nunca ha existido entre nosotros. Ambición continuista sí hemos tenido, pero acotada por los límites de los períodos presidenciales fijos en los respectivos textos constitucionales, tanto del siglo XIX como del XX.
El caso del general Juan Vicente Gómez es distinto, ya que sorteó el problema de la permanencia en el mando, no a través de la reelección continua sino ocupando la jefatura del Ejército que ejercía en Maracay, mientras designaba a presidentes por encargo que le cuidaran el butaque caraqueño.
Y es que el único país de América Latina que tiene algo parecido a la reelección perpetua es la Cuba de los hermanos Castro Ruz. El comandante Fidel se mandó casi 50 años usufructuando en solitario el poder supremo de su revolución, y ya enfermo le traspasó los cargos al fraternal Raúl. En Cuba, por lo demás, sólo hay simulacros electorales de segundo y tercer grado al estilo del socialismo ortodoxo, esto es que cualquiera podía ganar siempre y cuando se llamara Fidel, tuviera una barba bíblica y se vistiera de uniforme verdeoliva.
La trayectoria del "padre Fidel", por tanto, es lo que el señor Chávez debe tener en mente cuando proclama la consigna del hasta el 2000 siempre… Y es natural que así sea, porque al fin y al cabo el viejo sátrapa caribeño es la fuente cardinal que nutre las ejecutorias de la revolución bolivarista. En esta y otras muchas materias.
De manera que si existe un concepto en verdad exógeno a nuestra realidad endógena, es, precisamente, el que una misma persona se siente indefinidamente en la "Silla" de Miraflores. Tan es así, que la mayoría del pueblo venezolano rechazó la propuesta de reforma constitucional el pasado 2-D del 2007, en un contexto político y económico mucho más favorable para los propósitos del régimen imperante.
Un año y tanto después, el conjunto del país se prepara para ratificar su decisión, en medio de presiones oficialistas de todo tipo para tratar de constreñir la voluntad popular.
El dilema que vuelve a plantear la enmienda continuista es sencillo. El "No" está representado por el Libertador Simón Bolívar, en esa sabia y reiterada advertencia contra el mando perpetuo como origen de la usurpación y la tiranía. El "Sí" está simbolizado por la experiencia trágica y despótica de Fidel Castro durante medio siglo de autocracia omnímoda.
En pocas palabras, Bolívar contra Fidel, son las opciones que tenemos los venezolanos para escoger a cuál ejemplo preferir.

lunes, 12 de enero de 2009

Contundentemente ¡¡¡No!!!



El Carabobeño 12/01/09

Contundentemente ¡¡¡No!!!

Pablo Aure

Son más de cien mil los venezolanos que han muerto víctimas del hampa en estos últimos diez años. Han sido miles los compatriotas fallecidos en los pasillos de los hospitales, porque no hay suficientes insumos para curarlos. Existen cientos de miles de hombres y mujeres que no tienen un empleo digno para mantener sus hogares. Miles de industrias han bajado la “santamaría”. Es un hecho público y notorio que la corrupción administrativa carcome vorazmente el erario de la nación, y, para desgracia del pueblo, bajo la mirada complaciente de los líderes del llamado proceso. Es un hecho incontestable que las limitaciones derivadas del control de cambio nos aíslan cada vez más a los venezolanos del mundo civilizado.

Quién puede dudar del desasosiego que aflige a la población, la que todos los días siente amenazada sus vidas, bien sea dentro de sus residencias, sitios de trabajo, o cuando se desplazan por las infernales calles del país, donde la delincuencia hace de las suyas. Estos males son los que deberían ser abordados por gobernantes serios y preocupados por el bienestar del país. Todos esos problemas y calamidades se han multiplicado en estos diez años de gobierno cívico-militar. A un presidente que ha manejado los mayores recursos económicos en la historia del país, llevándonos sin embargo a este estado de amargura y ruina que hoy nos desbasta, no podemos concederle que basado en sus caprichos viole la Constitución vulnerando principios básicos del republicanismo en un manido deseo de perpetuarse en el poder. El presidente pretende anteponer su capricho a toda racionalidad, saltándose a la torera las necesidades primarias de los ciudadanos. El pueblo no lo tolerará, de seguro pondrá una vez más a Chávez en su lugar, como lo hizo el 2 de diciembre. Porque no se cala ni que un mismo hombre sea para toda la vida presidente, ni tampoco que una misma persona sea la que para siempre se elija alcalde o gobernador. El pueblo sabe muy bien, sobre todos los jóvenes, que borrar de un plumazo el principio de la alternancia en el ejercicio del poder contemplado en el artículo 6 de la Constitución, truncará las legítimas aspiraciones de cualquier joven que en algún momento aspire convertirse en gobernador, alcalde o presidente de la república.

Sacrificio presidencial

Ayer estuve viendo el programa proselitista “Aló presidente”, y llegué a la conclusión de que el ciudadano Hugo Rafael cree que el pueblo es zoquete. El presidente con su propuesta de reformar, enmendar, o, mejor dicho, pisotear la Constitución con la propuesta de que todos los gobernantes puedan reelegirse de manera continua e indefinida, quiere hacernos creer que lo hace por un sacrificio; que es una propuesta en beneficio del pueblo, y no de él. Si es por el “pobre” presidente está claro que votaría No y se marcharía al finalizar su mandato, o sea, en enero del 2013. Pero, a decir del “buen hombre”, él se sacrifica en beneficio de todos nosotros y no puede marcharse porque se lo reclamamos a gritos. Sin él todo se derrumbaría. No hay otro hombre que pueda gobernar a Venezuela sino Hugo Chávez Frías.

Un hombre con tal grado de desfachatez es capaz de todo. Quien se atreve a expresar tamaña mentira le importan poco las verdaderas necesidades del pueblo. Sólo un enfermo puede pretender engañar de la manera como lo hace Hugo Chávez, y más enfermos deben estar los que le crean que el origen de la enmienda está en el ardid del sentir popular que Chávez proclama. Es tan falso ese invento que hace menos de un año decía que la reelección indefinida era sólo para él y ahora sostiene que debe ser para todos.

¿Y los muertos de aquí?

De acuerdo a las cifras que maneja el Observatorio Venezolano de la Violencia, en el 2008 hubo 14.600 muertes violentas, o sea, 24 veces más que los que han caídos víctimas por los ataques en la franja de Gaza, que son un poco más de 600. Chávez no dice nada de sus compatriotas asesinados aquí en Venezuela, no obstante salta en cólera por los árabes; pero no por todos los árabes. No dice ni pío cuando sus amigotes bombardean o torturan a los israelitas; ni tampoco cuando fanáticos estacionan carros bombas en cualquier lugar del mundo y asesinan niños y ancianos que sólo los terroristas y Hugo Chávez quizás conozcan las macabras razones para tales acciones.

Desde luego, las guerras hay que condenarlas. Hay que tratar de buscar todos los medios posibles para pacificar el mundo. Pero antes de preocuparnos por pacificar otras naciones, empecemos por la nuestra, en la que cada fin de semana asesinan a más venezolanos que los que mueren víctimas de combates en el medio oriente.

Los cuatro fantásticos

El que siga pensando que en Venezuela hay democracia está equivocadísimo. ¿Cómo imaginarnos que en este país hay democracia si el jefe de Estado utiliza los poderes para vejar y humillar a sus contendores? ¿Cómo creer que aquí se respetan los derechos de todos si Hugo Chávez encadena la radio y televisión no para anunciar asuntos de interés nacional sino para burlarse de sus adversarios? Qué vergüenza sentí ayer cuando en el programa “Aló Presidente” Hugo Chávez ordenó transmitir en cadena nacional el vídeo de la llegada al país de Alberto Federico Ravell, Julio Borges, Omar Barboza y Luis Ignacio Planas, como un gran anuncio. Quiso ridiculizar a Ravell, porque le mentó la madre al periodista de Avila TV, quien ofendió a Ravell llamándolo palangrista. En todos los regímenes de talante dictatorial se utilizan los medios como los viene utilizando Hugo Chávez, para perseguir, para hostigar a los ciudadanos que no comulgan con la ideología gobernante. Ravell y sus acompañantes tenían y tienen todo el derecho de viajar a Puerto Rico, o adonde les dé la gana. Lo que sí no tiene derecho el gobierno es a llamarlos palangrista, creo que Ravell se contuvo demasiado. La mentada de madre se la ganó el supuesto periodista, fue una reacción propia de cualquier venezolano digno que se siente atropellado por un esbirro. Pues bien, vimos en cadena nacional ese vídeo preparado por esbirros comunicacionales al servicio del régimen, y para desgracia había militares presentes en ese “Aló Presidente” que aplaudieron ese abuso presidencial. Quizá esa sea la razón para que los venezolanos en lugar de respeto por los uniformados, lo que sientan es repulsión.

pabloaure@gmail.com

11-12-2009 Discurso del Embajador de Panamá ante la OEA

Impecable Discurso de Guillermo Cochez, Embajador de Panamá ante la OEA. No dejes de escucharlo ! La da al régimen hasta con el TOBO, pero dipolmáticamente...!