Para quienes tengan una cuenta en el extranjero y les otorguen los títulos significará mantener sus ahorros en dólares y en otro país; igual para las finanzas de las empresas productivas; para el gobierno: más liquidez en bolívares y más deuda a futuro.
Leonardo Suárez Montoya
lsuarez@correodelcaroni.com
Foto AFP
A cambio de bonos con precio en dólares, el gobierno recibirá bolívares que, sostiene, invertirá en la Misión Vivienda
Varios son los cálculos que pueden emplearse para estimar el valor -matemático, financiero o político- de los 4 mil 200 millones de dólares del Bono Soberano Amortizable 2031. El próximo 5 de agosto, el Ministerio de Planificación y Finanzas aprobará la adjudicación a las ofertas de las empresas productivas, de las personas naturales y de las jurídicas.
Desde el punto de vista matemático, hacen falta al menos 13 mil 29 bolívares fuertes para la colocación. El monto mínimo de venta de estos títulos de deuda venezolana es el equivalente a 3 mil dólares. El bono tiene una cotización de 100 por ciento, es decir, que cada divisa se cotiza a 4,3 bolívares. Queda, pues, agregar el uno por ciento de comisión.
Cada colocación es de 3 mil en 3 mil dólares y el comprador debe disponer de la liquidez a la hora de la oferta, por cuanto al momento de la misma -que puede hacerse desde Internet, dependiendo del banco- la retención de lo bolívares es inmediata.
Desde el punto de vista financiero este bono puede asimilarse como una herramienta para la inversión o para el ahorro. Incluso, el Gobierno percibe mayor liquidez en bolívares cuyo destino -según ha argumentado- será la Misión Vivienda y la Misión Trabajo.
“En primer lugar se encuentra la necesidad de efectivo que tiene el Gobierno nacional para financiar el gasto público dado el ciclo político. Usted podría esperar que con precios petroleros por encima de los 100 dólares por barril, el Gobierno no necesitaría acudir a nuevo endeudamiento para apuntalar el gasto”, plantea un estudio de la consultora Ecoanalítica.
Mayor endeudamiento
“Es incomprensible que un país con 536 mil 840 millones de dólares sólo por exportaciones de petróleo en estos 12 años y un trimestre, tenga esta emisión de bonos”, opina el economista Jesús Casique, a quien le preocupa más la tasa de interés de 11,95 por ciento.
Recuerda el economista que al ser esta tasa la tercera más elevada de entre todos los bonos emitidos, representa un “endeudamiento más oneroso del país”.
501,9 millones de dólares pagará el gobierno semestralmente a los portadores de bonos como total de los intereses. Ello sin contar que a su vencimiento, el Gobierno amortizará, es decir reembolsará el valor de los títulos. Casique parte de este monto y afirma que son recursos que no se invertirán en viviendas ni en mejorar la infraestructura del país.
Esta nueva emisión “corresponde al endeudamiento de Venezuela en 48 por ciento del PIB de la deuda total. El Gobierno dice que es muy inferior a la razón (PIB-deuda) de Estados Unidos. Lo que pasa es que este país imprime dólares; Venezuela, bolívares. La economía norteamericana es diversificada, la venezolana monoexportadora”.
Al preguntarle si al ser Venezuela el país con mayores reservas de crudo significaría alguna garantía para las finanzas nacionales a largo plazo, Casique contestó que ello es “muy relativo, porque Pdvsa es una carga fiscal para todos los venezolanos: entre 2009 y 2010 la relación pasivo total de su patrimonio es mayor a 1, eso significa que está muy por encima de su utilidad neta y suma caídas en ocho por ciento con relación 2009”.
“Ésta es una hipoteca a futuro a 20 años con un cupón fijo (11,95 por ciento de interés)”.
Control cambiario
En una proporción de 75-25 estima Casique que el Ministerio de Planificación y Finanzas distribuya, respectivamente, los bonos a las empresas productivas (alimento, salud, son prioridad) y a las personas naturales y jurídicas.
En el caso del primer grupo, el de las “empresas productivas” -término que Casique cuestiona-, esta emisión de bonos representa un alivio por el acceso a dólares que traen consigo los títulos.
Explica el economista que los sectores de alimentación y de salud demandan al Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme) diariamente 125 millones de dólares, en contraposición a los 36 que liquida al día (-247,22 por ciento).
De “ineficiencia” tilda Ecoanalítica la poca atención del Sitme a la demanda de divisas.
Los dólares producto del bono se “evaporarán”. “Con esto no se recuperará el aparato productivo del país, que viene en mengua desde 2007”, considera Casique.
A manera de inversión
Casique acota que estos bonos pueden utilizarse como una inversión porque se adquieren a un tipo de cambio implícito que parte de los 5,6 bolívares por dólar “que está muy por debajo del mercado innombrable, el paralelo”.
El interesado coloca la oferta -hasta hoy a las 12:00 del mediodía hay plazo. El Ministerio de Planificación y Finanzas aprobará la próxima semana los montos y los destinatarios y a partir del 5 de agosto, el propietario podrá vender los títulos al mismo banco o en mercados internacionales a cambio de dólares en efectivo, vía transferencia a una cuenta en el extranjero.
José Luis Saboin, economista y tutor financiero, explica que lo rentable del bono -si el propietario los mantiene- son los intereses corrientes (semestrales) y los intereses sobre la porción principal y la amortización, que se cancelarán al vencimiento.
Saboin añade que lo atractivo de esta rentabilidad radica que en el riesgo que presentan los bonos y que por ello el gobierno ofrece un cupón como el 11,95 por ciento de interés.
Ecoanalítica vislumbra el panorama que “tradicionalmente y en un escenario pesimista” puede esperarse: el rendimiento de los bonos ha estado entre los 1,5 y 2,5 puntos porcentuales, implicando un rendimiento ubicado en 16,5 y 17,5 por ciento y un precio entre 73 y 77 por ciento del bono.
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