En Agropatria hay maltratos y vejaciones

marzo 6, 2011
Foto archivo El Carabobeño

Ex trabajadores del grupo de empresas Agroisleña C.A., sucesora de Enrique Fraga Afonso, denuncian que la presidenta de Agropatria, Riblia Rodríguez, ha mentido descaradamente al declarar a la Agencia Venezolana de Noticias en torno a que “la institución no ha despedido u obviado la cancelación de prestaciones sociales”, informa El Impulso.

Igualmente cuando dijo que “el personal que ha salido de la empresa fue por decisión propia, principalmente técnicos y gerentes allegados a la familla Fraga, antiguos dueños de Agroisleña”.
A cinco meses del anuncio de expropiación la realidad indica que hay 79 trabajadores de todas las áreas que fueron despedidos, inclusive cinco de ellos que tenían fuero sindical.

Los 232 que tomaron la decisión de renunciar fue a causa de insatisfacciones, maltratos y vejaciones de todo tipo, generadas por la nueva administración de la empresa que preside Riblia Rodríguez.

El presidente de la República se comprometió, en cadena nacional de radio y televisión, a respetar y garantizar los derechos laborales de los trabajadores.

“Se nos adeuda al día de hoy comisiones por ventas, vacaciones vencidas y no disfrutadas, diferencia por preaviso..”

Las liquidaciones fueron hechas en forma incompleta porque la empresa se ha negado a cancelar los preavisos y no ha cancelado las bonificaciones por ventas y cobranzas, que constituían el 90 por ciento del ingreso.

Es por ello que se han producido movilizaciones y protestas.
Rodríguez ha dicho que los hoy ex trabajadores tenían ”altos salarios y cobraban comisiones exorbitantes”, sin embargo esa es una apreciación muy personal, por cuanto una decisión sobre el particular debe darlo el Ministerio del Trabajo y Seguridad Social o los tribunales del trabajo.
En la actualidad son 311 ex trabajadores que han visto disminuir su calidad de vida.
Señalan que Agroisleña los valoraba y recompensaba en sus funciones, razón por la cual veían a esa empresa ”como nuestra segunda casa, en la que encontramos el apoyo necesario para desarrollarnos como trabajadores, obtener estabilidad económica y vivir dignamente”.
“En todo este tiempo no hemos hecho otra cosa que reclamar, por todas las vías que están a nuestro alcance, los beneficios a que tenemos derecho y en los que invertimos horas reales de
trabajo”.
PS

http://www.lapatilla.com/site/2011/03/06/en-agropatria-hay-maltratos-y-vejaciones/