Inés Escobar, esposa de Hernán dijo que era un hombre ejemplar, trabajador y muy querido en el barrio. "Nadie puede acusarlo" FERNANDO SÁNCHEZ
DEIVIS RAMÍREZ MIRANDA | EL UNIVERSAL
sábado 27 de agosto de 2011
A Hernán Gil Torres, de 45 años, lo mató una bala de FAL la noche del jueves en el barrio La Bombilla de Petare.
Esa misma bala que le entró por el costado izquierdo y le salió por el pecho, había pegado antes en el hombro de su hija Heidy Gil, de 20 años, cuando ambos corrían hacia su casa en medio del tiroteo que protagonizaron varios funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, durante un operativo.
El hombre, quien era empleado de una gasolinera en la avenida Rómulo Gallegos por más de doce años, se desplomó en los brazos de su hija y le dijo que estaba herido. No habló más.
Los familiares lo llevaron al hospital Pérez de León, donde falleció al rato.
Su otro hijo, Ender Gil, de 21 años, también resultó herido en la revuelta del barrio.
A él, un funcionario de la GN lo golpeó varias veces y le dio cachazos hasta romperle la cabeza, dijeron sus parientes.
Los funcionarios habían llegado a las 10 y media de la noche al sector Las Brisas de La Bombilla para realizar un operativo de seguridad.
En la calle principal se consiguieron con cuatro jóvenes que consumían licor. Entre ellos estaba Ender, el hijo de Hernán.
Al parecer, los guardias llegaron con actitud amenazante y los muchachos se molestaron.
"Los apuntaron y les pidieron los documentos. Los muchachos reclamaron que esa no era la actitud para hablarles y a los guardias no les gustó", detalló un pariente de Gil.
Por eso lo golpearon en la cabeza con la cacha del FAL y lo tiraron al piso.
Los tres amigos salieron en su defensa y arremetieron contra los dos efectivos que patrullaban el lugar.
Con piedras y botellas fueron sacados de la zona. Un grupo de vecinos se unió a la protesta, pues consideraron que a los funcionarios "se les pasó la mano en su actuación".
Los efectivos regresaron minutos más tarde con refuerzos. Esta vez eran más de 20 uniformados divididos en dos grupos.
Nuevamente los vecinos se alteraron porque los guardias pretendían llevarse detenidos a los cuatro jóvenes.
Hernán salió en defensa de su hijo, al igual que el resto de la familia. Fue en ese momento cuando uno de los militares disparó el FAL e hirió a su hija y a él, luego se fueron del barrio cuando los habitantes se alteraron mucho más.
"Mi papá me cayó en los brazos herido. Me dijo que lo ayudara porque le habían dado un tiro", declaró la jovencita llorando.
Ayer la familia de Gil llegó a la morgue de Bello Monte a retirar el cadáver.
Allí se molestaron porque el informe que entregó la Guardia Nacional decía que la muerte se produjo durante un enfrentamiento con ellos.
"No vamos a llevarnos el cuerpo hasta que cambien ese informe. Allí no hubo ningún enfrentamiento. Los que dispararon fueron los guardias", dijo Juan José Arias, sobrino del fallecido. Por esa situación, no pudieron trasladar el cadáver a Colombia, el país que abandonó a los 15 años de edad, donde nació Hernán.
dramirez@eluniversal.com
http://www.eluniversal.com/2011/08/27/la-bala-de-fal-que-mato-a-mi-papa-primero-me-hirio-a-mi.shtml
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