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mayo 10, 2011
Foto: archivo
Hasta quince estados se vieron afectados ayer por la falta de suministro eléctrico. Tres fallas registradas a lo largo del día en la línea Yaracuy-El Tablazo generó apagones en gran parte del occidente del país. Adicionalmente, por motivos no del todo claros, se reportó la ausencia del puntual del servicio en localidades en las regiones nororiental y central.
Nuevamente se señaló la sobrecarga de las líneas de transmisión por el alto consumo eléctrico como condicionante de las fallas, por lo que Corpoelec decidió implementar anoche un plan de racionamiento de energía en gran parte del país instando a la población venezolana a mantener la calma y evitar el derroche de electricidad.
La historia de Corpoelec con Venezuela es como la del hombre maltratador que golpea sin ninguna razón a su mujer y encima le dice “¡es que me obligas a pegarte!”.
Prácticamente eso es lo que dice Corpoelec, “me obligas a racionarte el servicio porque gastas mucha electricidad”. Jamás reconocerá sus fallas estructurales de generación y transmisión de electricidad ni su capacidad para suministrar un servicio acorde a las necesidades del país. Lo de ayer fue simplemente otra demostración más de la desastrosa gestión gubernamental en materia de servicios públicos. Estamos hablando de que las dos terceras partes de los estados del país se quedaron a oscuras, pero no como algo aislado que ocurre muy de vez en cuando.
Con lo recurrentes y entendidos que son los apagones no puede hablarse de “fallas puntuales” sino de algo generalizado a todas las etapas del servicio. Mientras tanto, el gobierno sigue insistiendo en hacernos creer que aquí no hay crisis eléctrica, lo que hay es derroche por parte de los usuarios.
Claro, si alguien tiene que cargar con la culpa, que sea el más pendejo.
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